Rey tronco – Rey Cigüeña

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Recuerdo de forma vaga una fábula que últimamente me viene a menudo a la mente. Es la fábula del Viejo Rey Tronco y el Joven Rey Cigüeña.

El Estanque de las ranas era un caos. Nada era posible hacer, ni avanzar. Cuanto uno hacía, otro lo deshacía y así día sí, día también. Lo único que sí que se hacía era una gran cantidad de ruido.

Las ranas acabaron por llegar a un acuerdo por pura desesperación tras ser incapaces de organizarse y solicitaron a Zeus que les concediera un Rey que ordenara su vida. Insistieron e insistieron e insistieron tanto que Zeus  se dignó a observar el problema y les mandó al Viejo Rey Tronco. Áspero y poco agradable flotaba en el centro del Estanque y hacía aquello que podía de forma lenta.

Y ahí radicó el problema. Las ranas protestaron y protestaron; decían que otros estanques tenían reyes activos, elegantes y hermosos, y que no era digno de ellas tener que obedecer o aguantar a aquel viejo, mohoso y desgarbado Rey Tronco. Ni siquiera podían sentirse orgullosas de mostrarlo por su belleza, ni sus acciones llamaban la atención.

Y croaron y croaron hasta despertar a Zeus de nuevo, saturaron sus oídos con sus exigencias; y, como debierais saber ya a estas alturas, hay pocas cosas más peligrosas que no dejar dormir a un dios cuando tiene sueño, se ponen de muy mal humor. Por tanto, en un alarde de humor negro, Zeus les concedió su petición y les envió un nuevo rey que fascinó a las ranas. Era el Joven Rey Cigüeña que se movía, que actuaba, que era hermoso, elegante y digno de ser observado y mostrado…

… y si, por pura coincidencia, algunas ranas eran sacrificadas por él a menudo para conservar su fuerza, movimientos y seguir siendo dignos de ser observados por los otros estanques, pues bueno, pues vale.

Creo que Zeus todavía está revolcándose de la risa en el monte Ida, pero no se ríe con, sino de.

Y antes de que preguntéis dónde está el Viejo Rey Tronco, pues no lo sé; pero seguro que sigue haciendo lo que cree más correcto y necesario, como siempre lo hizo.

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2 respuestas a Rey tronco – Rey Cigüeña

  1. Mary dijo:

    En más de una ocasión han buscado al Rey tronco sin dar con su paradero.
    El cisne de la charca, conoce al Rey tronco, incluso podría decir que comparten la misma charca.
    Sabéis, hay veces que es mejor no conocer algunos lugares, únicamente por la seguridad de los que allí habitan.
    Por este motivo y por muchos otros más, al inicio del sendero, conocido como «el caminito de la charca» hay un cartel en el que se puede leer:
    La felicidad aquí a de ser inquebrantable.
    «PROHIBIDO PASAR HAY FELICIDAD»

    • Y con el tiempo, dijeron que esa charca era peligrosa, que enloquecía a la gente y la volvía poco razonable y extraña, que nadie salía indemne de pasar simplemente cerca y muchos que podrían estar ni se acercaron por miedo. Miedo a las historias, a los demás, a ellos mismos… ¿Quién lo sabe?. Pero sigue allí, en alguna parte, y siempre hay quien, en secreto, inicia ese tortuoso camino. No importa si llega al final o no, es un triunfo en sí mismo.

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